EL CULTIVO DE FRESA EN NUESTRO RANCHO.

Parte 1.

En la década de 1970 se sucedieron hechos que marcaron la historia de nuestro rancho y de forma indirecta también la de Cortijo Viejo.
Corría el año de 1974 y el cultivo de fresa iba a iniciar trayendo una fuente de trabajo para los pobladores y una mejora mayor para quienes la iban a cultivar.
Por esos años, el encargado del orden era Roberto García que gestionó la introducción del cultivo que daría trabajo fijo y seguro por algunos años a nuestra gente.

Era tiempo en que las corrientes de agua se encontraban por doquier y las compuertas de la taza dejaban escapar de ella grandes caudales hacia el río por el lado del bañito y la compuerta donde las mujeres se bañaban para alimentar el río que se dirigía hasta la agua blanca y se integraba a ese manantial para seguir cerca de los jacales.

Por el lado norte de la taza, la corriente que escapaba de ella se juntaba con la del pocito para integrarse tambien al puente y luego al río rodeando la cancha que hacía poco se había hecho donde antes se le llamaba jardín donde hubo juegos de madera para los niños.
El camino a los jacales se había arreglado y la carretera a Caratacua hacía un poco que se había hecho para sustituír el camino viejo.
El encargado del orden de Emiliano Zapata era Aristeo Zamudio y el ejidal Aristeo Ambriz.
Cortijo Nuevo dio la oportunidad de un trabajo seguro donde hasta los niños de ese época lo tuvieron, aliviando un poco las condiciones económicas precarias de la mayoría de las familias de ese tiempo.

Por el lado de la caseta vieja cercana a la casa de Ramiro Arévalo, la taza dejaba salir otra gran corriente a vallados que desembocaban en la barranca de la huerta de don Chano y la Santa Rosa, hasta juntarse con el caudal de la aguablanca cerca de los Jacales.

Esta misma corriente era nutrida por otros afluentes que salían de donde está la caseta de bombeo a Comanja cercana al pocito y pasaba por lo que llamábamos los Tejocotitos, se integraba a la barranca de don Chano o siguía por otra ruta a un lado de la santa Rosa, y salía a la saucería para terminar en lo que llamamos la Laguna.

El encargado del orden de Cortijo Nuevo (por ese entonces, Roberto García) realizó varios viajes a Morelia y al municipio con el fin de conseguir los viveros para el cultivo de fresa y buscar el permiso para el uso del agua que permitiera el cultivo.
El secretario de Recursos Hidráulicos se apellidaba Aguilera y el presidente municipal era Roberto Torres Gascón (1973-1974)
El cultivo de fresa dio trabajo a hombres mujeres y niños de todas las edades.

Todo iniciaba con el plantado en grandes surcos regados que debían mantenerse húmedos. Luego venía la época de volver a plantar los codos de las guía que nacían de ella y la fumigación, para al final, venir la etapa de sacado: era prácticamente todo el año fuente de empleo para la gente de nuesta pueblo y la de Cortijo Viejo.
Al final, Cortijo Viejo terminó también cultivando aunque sin lograr el permiso del uso del agua que le acabó cediendo nuestro pueblo.
La fresa trajo grandes beneficios para nuestra gente, pero terminó sobre explotando los mantos freáticos que terminaron acelerando su agotamiento con el subsecuente hecho que todos conocemos: la pérdida de las abundantes aguas que un día hicieron de nuestro rancho un hermodo jardín de innumerables y cristalinas aguas.

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