Cortijo Nuevo y Colonia Emiliano Zapata
CORTIJO NUEVO Y SU GENTE, DON JESÚS ACOSTA.
El contexto
La tienda mas cercana a mi primera casa que fue de Antonio Pineda Solorio, mi abuelo materno, era el tendajón de don Jesús Acosta. Por ese entonces vivía aún María Sulud Solorio, esposa de Nepomuceno Pineda y hermana del padre de Salud Solorio, esaposo de Carolina, ambos mis bisabuelos maternos.
La tienda de don Chuche, por ese entonces, estaba en la contra esquina de la escuela de abajo,cercana a la calle del estanquillo de doña María Luisa. Él vendía verduras, peras con chile en polvo y cigarros Tigre que se vendías por aquel ebtonces, y eran muy parecidos a los Faros. Yo compraba ahí manteca con una moneda de cincuenta centavos.
Pasaba yo frente a casa de Don Refugio Reyes, por la calle de Aurelio Banda hasta la tienda de don Jesús que hacía la esquina.
Este tendajón de Don Chuche pegaba con don Cuco Reyes por parte de abajo. Don Refugio Reyes fue sobador del rancho y Doña Irene su esposa.
Por la calle de Doña Maria Luisa, estaba pegada a la de Don Trino Reyes y su esposa Doña Angelita.
TIENDAS
Nuestro pueblo es de recuerdos inolvidables para los que tuvimos que partir y alejar nuestra presencia de sus calles y sus lugares. Sin embargo, esos recuerdos evocan insesantes sus espacios.
Hubo tiendas que desaparecieron con el correr de los años y otras persistieron hasta nuestros días.
Don Jesús Acosta terminó cerrando su pequeño lugar de venta de verdura y peras con chile en polvo de esa esquina, y yo terminé yéndome a la casa de la loma que mi padre había prestado a una familia de apellido Pacheco.
Los Pacheco, por alguna razón, terminaron viviendo en la casa de don Jesús Acosta y él levantó un tejado de paredes de piedra, costera y techo de cartón en la esquina de Aureliano, como si el destino se empeñara en mantenerme cerca de las peras que continuó vendiendo ahí.
Con los años, ese techo de Jesús Acosta al lado de Aureliano terminó siendo ocupado por Don Esteban Rangel y su esposa Doña Salud.
Los Pacheco que habian dejado un mural en las paredes de mi casa de la loma y que siguieron pintando obras de arte en la casa de Don Jesús Acosta, terminaron yéndose sin dejar rastro en nuestro pueblo.
SUS HIJOS.
Don Jesús Acosta fue padra de José y Miguel Acosta, al igual que la esposa de Juan Zavala, dueño por aquel entonces de otra de las tiendas icónicas de nuestro rancho.
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